Vuelve a quedar patente que Marcelo e Isco no dan el nivel para jugar en el Real Madrid. Si no había quedado demostrado ya, ante el Valencia los dos volvieron a ser las notas más discordantes del conjunto blanco. Lo fueron porque no están y, sobre todo, porque Zinedine Zidane sigue sin enterarse. Una vez más, el técnico repitió dándoles entrada de inicio y de nuevo el Madrid volvió a perder. Algo que se ha convertido en un habitual cuando los dos se juntan sobre el césped.
Zidane tropezó de nuevo en el error de introducir a los dos jugadores en la alineación del conjunto blanco para el duelo en Mestalla. Un fallo que una vez más volvió a salir caro. La actuación de ambos volvió a estar lejos del nivel exigido para desempeñarse en un equipo a la altura del madridista.
Alejado en los últimos encuentros de los experimentos, Zidane volvió a probar con dos jugadores que ya han demostrado que no están y a los que pocos esperan. La falta de ritmo que puede ser un argumento para justificar el rendimiento de algunos jugadores que cuentan con pocos minutos, deja de serlo en el caso de Isco y Marcelo, a los que oportunidades no les faltan para entrar de nuevo en la pelea por un puesto. Sin embargo, volvieron a desaprovechar la confianza que el francés les sigue dando.
El técnico contaba con la baja en el centro del campo de Casemiro y decidió que su sustituto debía ser Isco. La ausencia del ’14’ dejaba entrever que el mediocampo estaría integrado por Valverde, Modric y Kroos, viendo el resultado de los últimos encuentros en los que han jugado. Además, en caso de emergencia, contaba con un Ödegaard recién recuperado de su lesión en el sóleo.
La sorpresa saltó al conocerse que Kroos estaría en el banquillo y que en su lugar estaría Isco. Una vez más, el malagueño demostró que sus mejores días en el conjunto blanco son ya un recuerdo lejano y volvió a pasar desapercibido. Pese a ello, jugó casi todo el encuentro, siendo sustituido en el minuto 83.
En el lateral izquierdo quiso dar descanso a Mendy para meter al brasileño. Una vez más quedó demostrado que a día de hoy no existe comparación posible entre los dos y que el francés debe ser tan indiscutible en los planes del técnico como lo son jugadores como Ramos, Benzema o el propio Casemiro. Sobre todo por la ausencia de un recurso de garantías para suplirle.
Marcelo volvió a ser un factor de desequilibrio, pero en contra de los intereses del conjunto blanco. Más allá de lo que fue un grave error del colegiado y, sobre todo, del VAR a la hora de decretar el penalti cometido por el brasileño, su actuación ante el Valencia quedó marcada por los errores, los desajustes a la hora de defender y sus constantes pérdidas.